ACUERDO DE
CORREOS CON LOS SINDICATOS CCOO, UGT, CISF Y SL.
CRÓNICA ANUNCIADA DE UN MAL ACUERDO
El
pasado 19 de diciembre, Correos y los sindicatos CCOO, UGT, CSIF y SL suscribieron un mal acuerdo, que no sabemos
ni cómo, ni cuándo se trasladará a la plantilla. Analizamos los puntos
firmados, insistiendo en la ambigüedad y falta de concreción de
los mismos.
En
material salarial, se traslada el acuerdo de la Mesa General para las
Administraciones Públicas ratificado el 9 de marzo de 2018, entre el Gobierno
del PP y CCOO, UGT y CISF, ni más, ni menos. Con la diferencia que en Correos,
sabemos que nos pagaran la parte de 2018, sin
intereses en febrero de 2019, y de las de 2019 y 2020 no sabemos ni cómo, ni
cuándo.
Habrá
que recordar, que en el mejor de los casos, si los astros y las nebulosas se
alinean correctamente (el Producto Interior Bruto de 2019 y 2020 se sitúa en el
2,5 % o superior, mejora de proyectos de productividad, superávit,…) “podrá”
alcanzar el 8.79 %. El Banco de España ya predice que para 2019 el PIB se
situará en un 2,2 % y para 2020 el 2 %. Por tanto, esperamos equivocarnos, tendremos
una subida real del 6 %. Desconocemos si el IPC será superior a las subidas
pactadas, al vincular las subidas a los astros y no al precio real de la vida. Seguimos
sin recuperar lo perdido, desde 2010 a 2015 no tuvimos subidas de ningún
tipo, incluso a los/as funcionarios/as se les rebajó el 5% y solo desde 2010 a 2017 el IPC subió un 11,6
%.
En
materia de empleo, se traslada también lo ya establecido en la ley
6/2018, que permite la reposición del 75% del empleo perdido (jubilaciones,
retiro, excedencias sin reservas de puesto, etc) aplicable en Correos.
Desde
2009, se ha pasado de 64.037 a una plantilla
de 51.207 en 2017(Ya sumados los 1.606 fijos que se incorporaron en 2017). Por
tanto hemos perdido 12.830 empleos. Teniendo en cuenta que todavía tenemos
pendiente la incorporación de 2.295 puestos convocados en 2016 y la próxima
convocatoria de 4.055 plazas (1869 de 2017, 1.612 de 2018, más 574), serían miles de empleos menos.
Lo
que estamos convencidos es que los sindicatos firmantes harán buen negocio con
los cursos de formación, preparación de consolidaciones, matrículas, cursos
online, cuotas, afiliaciones del personal más en precario como el eventual, que
sueña con entrar fijos/as. Teniendo en cuenta que l@s aprobad@s en la
convocatoria del 2016 no se incorporaran hasta principios del 2019, ¿cuándo
conseguirán plaza l@s que se presenten a esta última convocatoria?
En
materia de condiciones laborales, después de la firma del III convenio
en 2011, la empresa y sindicatos
firmantes se obligaron a analizar y elaborar “una propuesta sobre las
posibilidades de la adaptación o modificación del régimen de sábados”. Tras
abandonar a los compañeros/as de las oficinas, CTA, USE, masivas, etc., durante muchos años, han propuesto que
la cobertura de sábados “se hará, con carácter general, con personal
voluntario”. Miedo nos da esta redacción, como la de necesidades de
servicio para la negación de días, vacaciones, etc. Volvemos
a insistir, sin especificar, ni cómo, ni cuándo.
Se
olvidan de la jornada de 35 horas, que LAB reivindica en el sector público y
aplica en donde tiene fuerza y representación. Habrá que ver como se añade a
nuestra jornada de trabajo esas 2,5 horas semanales, si quitaran los sábados, porque tampoco se concreta.
Esta falta de concreción, también se traslada como a todos los
temas recogidos en el “acuerdo”, a las jubilaciones anticipadas.
También son muy graves otros contenidos recogidos. Por un lado, se
reconoce el abuso de la eventualidad y el caos absoluto de la contratación,
bolsas de empleo, etc, sin
transparencia, sin control, pero no se concreta nada, para reconducir esta
situación. Además limita en gran medida la aplicación de dichos acuerdos, al no
ser un convenio colectivo.
Nuestras
conclusiones son de pesar y
preocupación, ya que tenemos claro que supone otro paso más en el camino de la
desaparición de la poca capacidad de negociación colectiva que tenemos en los
servicios públicos. El Estado mantiene el objetivo de implantar una visión
mercantilista en la gestión de los servicios públicos. Es vergonzoso dar el
apoyo por parte de los sindicatos a un acuerdo que premia el cumplimiento del
déficit y el techo de gasto. Unas subidas salariales ligadas a unos sistemas de
medición incomprensibles para las y los trabajadores y desligados del IPC.
No
hace falta hacer una huelga trampa, en Euskal Herria fue un fracaso total, en
Galiza e incluso en Madrid, no tuvo repercusión ninguna, como afirmaron otros
sindicatos con fuerte representación en esas áreas. No se puede creer los datos
de paro que anunciaron los sindicatos firmantes, los/as trabajadores/as los
vieron con sus propios ojos. Un paripé en toda regla.
LAB
tiene claro que seguirá defendiendo el ámbito propio. Para ello vemos
imprescindible impulsar unas leyes y normas propias. Necesitamos desarrollar
una capacidad legislativa que blinde la negociación colectiva y la defensa y
desarrollo de los servicios públicos. No vamos a defender nuestros servicios
públicos si nos quedamos mirando a Madrid. Debemos acordar las condiciones
laborales y salariales de las plantillas públicas de aquí con los agentes
sindicales de aquí, para organizar y desarrollar los servicios públicos que
necesitamos para la población de Euskal Herria.
Euskal Herria, enero 2019
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