Queremos mostrar nuestro dolor y
solidaridad a la familia y amigos del trabajador que conducía la moto de
Correos y falleció realizando el reparto de correspondencia en la calle
Elizburu de Elorrio.
La muerte de nuestro compañero nos obliga
a denunciar una vez más las insoportables cargas de trabajo a la que se ve
sometida la plantilla, la reducción constante de personal y aumento de las
secciones de reparto, la falta de formación en especial el motorizado, los
contratos cortos, de días a veces, a
pesar de decenas de vacantes libres y por supuesto la precariedad laboral que
se ha convertido en un cáncer en Correos.
Desde
LAB, señalamos a la empresa como máxima responsable de lo ocurrido y denunciar
el maltrato y presión que sufrimos a diario.
Parece ser que lo único que mueve a esta “nuestra” empresa es la rentabilidad económica.
Las empresas, y Correos en este caso,
tienen la obligación de proporcionar EPI (equipo de protección individual) e informar
de los riesgos y dar las instrucciones e formación necesarias sobre las medidas
que deban adoptarse en caso de peligro, creemos que es totalmente inaceptable
que los eventuales la única formación que reciben es un tríptico grapado al
contrato cuando lo firman.
TENEMOS QUE COMBATIR
Y FRENAR LA SINIESTRABILIDAD EN CORREOS
LA PRISAS Y LA
PRECARIEDAD LABORAL MATAN!
BASTA YA!!
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