Indignación, impotencia, frustración…, son
algunos de los sentimientos que nos trasladan la plantilla de personal eventual
ante la convocatoria provincial de examen.
Una vez más los sindicatos firmantes se
olvidan de los interés del colectivo de personal eventual y se dedican a lo
suyo. Son innumerables las quejas, algunas (que no todas) son:
El número de plazas. Cuando se dice que son
1606 plazas, parecen algo, pero una vez materializada la oferta por provincias
se ve que es una miseria. Por herrialdes, el único que despunta es Araba con
las 31 plazas de Agente.
La ausencia de plazas de Atención al cliente.
No se oferta ninguna, con lo que según las bases quienes trabajan en estos
puestos parten con desventaja, ya que no les puntúa el tiempo trabajado para
los puestos de reparto o agente.
La fecha del examen. Es la gran ausente, ni
está ni se le espera. Seguimos en la incertidumbre de cuándo será. ¿En octubre?
¿Este año? ¿El que viene? ¿Tanto costaba decirla? ¿O estamos a expensas de que
los sindicatos firmantes acaben sus cursos preparatorios?
La fecha de la convocatoria y el plazo para
la inscripción. Parece que quieren que se entere y se apunte el menor número de
gente posible sacando la convocatoria en pleno julio. Después tardarán meses en
sacar la lista de admitidos y excluidos aduciendo que no hay personal
suficiente en agosto y septiembre porque están de vacaciones.
La concreción de las plazas. No hay listado
pormenorizado con cada una de las plazas, tan sólo el número total. No se sabe
la localidad de cada una, si son urbanas o rurales (con aportación de vehículo
y/o local). Puede haber muchos kilómetros entre el puesto que les adjudiquen y
su localidad de residencia, y no se puede renunciar, puesto que conlleva el
decaimiento de todas las bolsas de contratación.
Se podían haber hecho las cosas de manera muy
distinta, pero visto el desfile de gente comprando cursos y temarios, parece
que el interés era distinto al de la plantilla de eventuales. Mucha gente que
no ha trabajado nunca en Correos se está apuntando, sin saber que no tienen
ninguna opción, pasando antes por caja.
Una y otra vez vemos como algunos sindicatos
velan por intereses que nada tienen que ver con los de la plantilla, sin ningún
rubor. Instalados en la dualidad/dicotomía, de que según ellos, Correos impone
sus condiciones, y sin embargo todo son logros de estos sindicatos, reclamando
cada uno el mérito para sí.
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