Los siete “informes de reestructuración” nos los presentaron como definitivos, incuestionables y de puesta en marcha inaplazable para el 3 de junio. El margen de intervención que otorgaron a la representación sindical se ceñía a elaborar una propuesta, por escrito, para la recolocación de las 27 trabajadoras y trabajadores excedentes. Los sindicatos fuimos muy críticos con los informes, tanto en los aspectos técnicos como en el diseño de las nuevas secciones, y muy especialmente con el inaceptable comportamiento de la dirección de Zona y de la Jefatura Provincial en el tratamiento de un asunto de tanta trascendencia para muchas trabajadoras y trabajadores.
No es de recibo que nos presentasen siete “informes”, que en conjunto afectaban a 133 trabajadoras y
trabajadores repartidos en siete unidades de reparto, con tan solo 16 días de antelación a su puesta en
marcha; más teniendo en cuenta que algunas de las mediciones de tiempos de recorrido (seguimientos) se
realizaron hace más de un año (Distritos 2, 12 y 13) y que el resultado de estos estudios lo conocían desde
hace meses. Esperaron a que la propaganda electoral estuviese prácticamente repartida para darnos los
“informes de reestructuración”.
Y... ¿Qué decir de los “informes” y de la actitud de los responsables de personal de Zona y Jefatura
Provincial? Nos presentaron los “informes” como muy rigurosos en su elaboración, y por ello indiscutibles
en su resultado, pese a que contienen errores y carecen de datos técnicos importantísimos para poder
evaluarlos (volumen de certificada y paquetería) y por añadidura nos exigieron una propuesta por escrito
para dar salida a los 27 que se quedan sin sección de reparto, cuando lo lógico y exigible es que nos
presenten el plan de empleo para los excedentes.
La posición sindical fue unánime en las distintas reuniones que mantuvimos: cuestionamos la supuesta
rigurosidad de los “informes de reestructuración” y cuestionamos el diseño y tamaño de buena parte de las
nuevas secciones. En consecuencia, rechazamos por desproporcionado el total de excedentes y la pretensión de la dirección de que les gestionásemos, mediante propuesta escrita, el destino a dar a los 27 afectados.
A raíz de lo anterior tuvieron que desvelar sus planes y tras cotejar la disponibilidad de ocupación existente
en cada unidad dimensionada, nos trasladaron los siguientes datos:
BARAKALDO (5 excedentes).- Por la casuística de esta unidad quedarían 3 motoristas sin cometido. A uno
de ellos se le podría ofertar repartir a pie y a los otros dos atender rutas de recogida a domicilio que están
demandando los comerciales.
PORTUGALETE (3 excedentes).- Para esta unidad anticiparon que se podría dar contenido a todos sus
excedentes.
DISTRITO 2 (2 excedentes).- Al no existir vacantes ni situaciones laborales que permitiesen dar carga de
trabajo o contenido a los dos excedentes, éstos deberán ser recolocados en otro puesto y/o centro de trabajo.
DISTRITO 12 (4 excedentes).- En esta unidad quedarían dos excedentes sin cometido.
DISTRITO 13 (3 excedentes).- Ninguno de los tres tendría cometido.
DISTRITO 14 (6 excedentes).- En este distrito serían cuatro los que quedarían sin contenido.
DISTRITO 15 (4 excedentes).- Esta unidad podría ocupar a todos los excedentes.
En total, la dirección cifró en 11 las trabajadores y trabajadores de reparto para los que no habría carga de trabajo en sus respectivas unidades, todas y todos ellos en distritos de Bilbo, y que en consecuencia deberían salir de los mismos. Su plan para estos 11 se concretó en:
1) Mantenerlos en su unidad hasta finalizar el periodo vacacional. Esto nos lo trasladaron como compromiso firme y signo de buena voluntad. (En realidad van a suplir contratos temporales por
vacaciones)
2) Favorecer el traslado voluntario y provisional a otras unidades de reparto, con el mismo complemento u otro, e incluso al CTA de Etxebarri.
3) Compromiso de poner alfombra roja a aquellos funcionarios de reparto que sean reclamados por la subdelegación del gobierno en Bizkaia u otra provincia para cubrir algún puesto de la Administración
Central.
Los sindicatos nos mantenemos en que ninguno de los afectados tenga que salir forzosamente de su unidad.
Así lo hemos explicado en las asambleas hechas en los centros afectados y las carterías de Bilbo pendientes
de reestructurar.
Aunque es pronto para valorar si están bien o mal dimensionadas las nuevas secciones, tras su puesta en marcha el día 3, comenzamos a tener datos que apuntan a recorridos excesivos que provocarán retrasos en el reparto de correspondencia. Pero de esto ya os informaremos más adelante.
A fin de abordar el enorme problema surgido con estas reestructuraciones, al que habrá que sumar el resultado del total de las 130 secciones de reparto de Bilbo pendientes todavía de redimensionar, hemos convocado una asamblea para el martes 17 de junio a las 5,30 de la tarde en la Cartería de la calle Bailén en Bilbo. Por su importancia pedimos la máxima asistencia.
Como noticia de última hora os informamos de que la dirección pretendió romper su compromiso de no mover forzosamente a ningún excedente. La negativa sindical a aceptarlo provocó en Miguel Angel (Jefe de sector de reparto del que depende Bilbo) una reacción inadmisible: con el argumento de que no había carga de trabajo para los excedentes en sus respectivas unidades nos advirtió a gritos de que no saldrían a repartir y que luego no le acusásemos de hacerles moobing. Ninguno de los jefes presentes (J.J. Baranda, Lorenzo y Ruiz de Azua) le desautorizó. La amenaza se ha cumplido. A los ocho excedentes de la unidad de reparto de La Casilla no se les dio trabajo y durante los días 3, 4 y 5 de junio se les mantuvo mano sobre mano. El 4 de junio, a las 10 de la mañana, había 1.103 certificados clasificados y correspondencia ordinaria que no había salido a reparto. Pese a ello dejaron a 8 empleados con las manos cruzadas durante toda la jornada.
Esto se repitió el 5 de junio con más de 1.400 certificados clasificados y acumulados. Hoy día 6 sí les han dado trabajo y han salido a reparto. El objetivo de esta actuación despreciable de los jefes aludidos es que pidiesen “voluntariamente” salir del centro. Con dos trabajadoras lo han conseguido: no pudieron soportar esa presión y “voluntariamente” se han ido a otras unidades de reparto de Bilbo.
ESTE HECHO EXIGE UNA RESPUESTA CONTUNDENTE 6-6-2014
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