MAS RECORTES EN CONTRATACION

Si el año pasado los recortes en la contratación generaron una situación inaceptable en demasiados centros de trabajo, el panorama para éste se presenta mucho peor: la dirección ha informado en las comisiones provinciales de contratación de que el objetivo para el 2014 obliga a reducir la contratación del 3 al 5% sobre la del 2013.

 Los efectos de esa directriz ya se están dejando notar en lo que llevamos de año. No se realiza contratación para suplir las ausencias. En algunos centros hubo puntas de trabajo en que se necesitó imperiosamente contratar y no hubo manera de convencerles. Los recargos son generalizados y si queda alguna sección sin repartir ya se sacará al día siguiente o al otro. ¡No pasa nada!

 Con este panorama es previsible que durante el periodo vacacional los problemas surgidos en 2013 en las unidades de reparto se vayan a reproducir y agravar (secciones sin repartir, recargos masivos, fijos discontinuos y eventuales yendo cada día por una sección distinta y recargada, …) generando un perjuicio importante a los usuarios del correo.

 Y qué decir del impacto en las oficinas. Este año, en esta Zona, la atención al público a la tarde se suprimirá del 14 de julio al 14 de septiembre. Dos quincenas menos que en 2013 y, por añadidura, el mes de agosto tiene cinco sábados laborables. Si se recorta la contratación, ya de por sí raquítica en oficinas, las movilidades de turno en la primera quincena de julio y segunda de septiembre serán superiores a las de otros años y los sábados-extra a trabajar serán más.

 En resumen, la reducción del gasto en personal se planifica con criterios exclusivamente economicistas, sin tener en cuenta el impacto en las condiciones laborales (incluidas las salariales), sin garantizar los derechos legales de las usuarias y usuarios del correo y negando la proyección social que una empresa pública, prestadora de un servicio público, debe tener. Correos se está convirtiendo en una empresa generadora de jubiladas y jubilados e insensible a la situación en que deja a miles de eventuales a los que cierra sus puertas para hacer más atractiva la empresa a los fondos de inversión privados. No os quepa duda de que éste es el objetivo último del recorte desmedido de plantilla y la política salarial.

 Y mientras observamos este fenómeno da la impresión de que todas y todos (sindicatos incluidos) nos hemos instalado en un espacio de resignación donde los intereses individuales han desbancando a los colectivos (incluidos los intereses sindicales) y donde el sálvese quien pueda niega la solidaridad entre compañeras y compañeros de trabajo.

 Va siendo hora de cambiar el chip y reaccionar. Defender la necesidad de más empleo en Correos y mejores condiciones de trabajo (incluidas las salariales) no es una locura que ponga en peligro el futuro de Correos. Sin embargo, directrices como el recorte de la contratación y del empleo fijo sí afectarán a la credibilidad e imagen que tiene la ciudadanía de nuestro trabajo, aunque esto poco importa a los directivos de esta empresa.

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