Apirilak 28 Gure osasunari eraso gehiagorik ez

TENEMOS ALTERNATIVA
Un nuevo 28 de abril, día internacional de la seguridad y salud Laboral, llama
a nuestra puerta y las agresiones a la salud de trabajadores y trabajadoras siguen
siendo sangrantes en Hego Euskal Herria.

Los accidentes de trabajo son un mal enquistado y el ligero descenso estadístico
se debe más a la acción de la coyuntura económica sobre el empleo (despidos,
expedientes de regulación de empleo, readecuaciones sectoriales en el mundo
laboral) que porque se hayan tomado medidas reales y eficaces.

80 personas fallecieron en accidentes de trabajo a lo largo de 2010. Según los
datos oficiales, se registraron 111.765 accidentes en Hego Euskal Herria (88.439
en la EAE y 23.326 en Nafarroa). Sin embargo, más allá de los datos oficiales,
podemos afirmar que la accidentabilidad real es mayor, ya que existe un subregistro
importante en la cuantificación. Por ejemplo, en 2010 no se contabilizaron un
30% de los accidentes mortales, porque se consideraron accidentes de tráfico, de trabajadores autónomos, en tránsito o procedentes de otros territorios, o empleadas de hogar. En general, los accidentes graves y leves se subestiman o infradeclaran por la acción ocultadora de las empresas, mutuas y el visto bueno de
las administraciones publicas.
La reforma laboral aprobada el 17 de septiembre de 2010, al facilitar y abaratar el despido, fomentar la temporalidad y la flexibilidad y aumentar el poder de decisión de las empresas, supone un aumento de la precariedad y de la desregulación laboral. Y existe una clara relación entre las perdidas de salud y precariedad, por la perdida de derechos que acarrea. Pero además, dicha reforma incorpora estas otras medidas, que conllevan graves retrocesos en nuestra salud:

1.- Los recortes en materia de IT son escandalosos:

a) Mayor capacidad de control de los procesos de IT por contingencia común a las mutuas. Asumen la realización de pruebas diagnósticas, tratamientos y procesos de recuperación. Todos estos servicios van a ser pagados posteriormente por el sistema sanitario público.
b) Los inspectores médicos del INSS o ISM podrán dar el alta médica a todos los efectos desde el principio de la baja hasta los 365 días, con independencia de lo que opinen los inspectores médicos del departamento
de sanidad y el personal medico de atención primaria de Osasunbidea u Osakidetza. Además, sólo ellos podrán dar la baja por recaída por la misma o por una similar patología en el plazo de 180 días.

Estas medidas quiebran cada vez más el principio de la universalidad del sistema sanitario, creando una dualidad entre quienes trabajan y se tienen que incorporar al trabajo, y quienes están fuera del mercado laboral, que no son atendidos por un sistema público cada vez más debilitado.

2.- Serán motivo de despido objetivo las faltas de asistencia al trabajo, aún justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un período de doce meses, siempre que el índice de absentismo total de la plantilla del centro no supere el 2,5% en los mismos períodos de tiempo. Se reduce del 5 al 2,5% del
nivel de absentismo total tomado como referencia.

3.- Se da más papel a las ETTs y se introducen las agencias privadas de colocación con ánimo de lucro, asignándolas un mayor protagonismo en la contratación, ya que se les da un tratamiento como intermediación laboral de carácter público.
Conocemos la calidad de la formación preventiva impartida en este tipo de chiringuitos. Al igual que ocurre con las ETTs, la única formación que recibe la persona contratada es la que asegura haber recibido al firmar el contrato, es decir, ninguna.

Este 28 de abril, por tanto, denunciamos que el grave recorte de los derechos laborales y sociales que está sufriendo la clase trabajadora supone, asimismo, una ofensiva contra su seguridad y salud, implica retroceder en nuestra calidad de vida y de salud, situación que nos parece totalmente inaceptable.

Es evidente que ante esta realidad la respuesta debe ser contundente y clara. La mayoría sindical de Hego Euskal Herria quiere proponer las siguientes alternativas. Reivindicamos :

1.- Empleo saludable, de calidad y seguro.

Garantizar empleo digno y con derechos debe ser prioritario en la acción de los gobiernos. Esto supone impulsar políticas de creación de empleo y aumentar los derechos laborales, eliminando la precariedad, la subcontratación sin control y el fraude de ley en la contratación. Estas actuaciones deben desarrollarse tanto en el sector público como en el privado.

2.- Cambio radical en las políticas públicas aplicadas en seguridad y salud laboral. Incrementos presupuestarios necesarios.

Exigimos un cambio radical en las políticas públicas aplicadas por los gobiernos en esta materia. Para ello, la dotación presupuestaria debe subir hasta ser suficiente para cubrir las necesidades existentes.

3.- Inspección, control y sanciones contundentes y ejemplarizantes.

Los incumplimientos empresariales de la normativa de prevención deben ser perseguidos y castigados. Para ello, Osalan, el Instituto Navarro de Salud Laboral y la Inspección de Trabajo deben contar con los medios técnicos y económicos suficientes y con un plan de trabajo concreto y efectivo, impulsado desde la
Autoridad Laboral. Se requiere mucha más inspección, control e incrementar las sanciones.

Asimismo, es necesario avanzar en fórmulas de participación y control social reales por parte de la representación de las y los trabajadores en las actividades de los institutos públicos, los servicios de prevención y la inspección de trabajo.

4.- Sistema público de prevención, que tenga como prioridad la salud de las personas.

El sistema de prevención tiene que ser público en su totalidad, basado únicamente en criterios de salud. La salud laboral debe contemplarse como parte de la salud publica y no de forma parcializada.

5.- Prevención integral e integrada en las empresas

La prevención debe ser parte de la empresa, contar con recursos propios y ser gestionada por personal dedicado al completo a la materia.

6.- Mutuas

La actividad de las mutuas debe ser vigilada y controlada por las instituciones públicas. Asimismo, se tienen que dar pasos para la asunción de la gestión pública de la salud y de los daños derivados del trabajo.

7.- Avanzar en el reconocimiento de las enfermedades profesionales

Exigimos la implantación de un sistema donde tanto la Seguridad Social como las mutuas asuman su responsabilidad en el reconocimiento de las enfermedades profesionales, implicando al departamento de Sanidad para superar la infradeclaración existente.

En este sentido se debe avanzar en el estudio y reconocimiento de las enfermedades relacionadas con el trabajo.

8.- Impulsar la acción sindical y la negociación colectiva como instrumentos de mejora de la salud laboral

La seguridad y la salud laboral es un elemento central en el conflicto de clase, ante la cual la clase trabajadora tiene sus propios intereses y prioridades. Sólo a través de la concienciación, organización y movilización sindicales avanzaremos en nuestras reivindicaciones.

La acción sindical reivindicativa y la negociación colectiva se convierten en un importante instrumento sindical a nuestro alcance para conseguir condiciones de trabajo saludables. Tenemos que aprovechar las potencialidades de la misma para avanzar en el plano preventivo, tanto a nivel de empresa como de sector.

9.- Dar marcha atrás en la reforma laboral y de pensiones

Las medidas antisociales introducidas en los últimos años por las sucesivas reformas laborales y de pensiones, entre ellas el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, deben ser eliminadas, en la medida en que perjudican a la salud de las y los trabajadores.

10.- Reconocimiento de los accidentes de tráfico en el sector de transporte como accidentes laborales

11.- Integración de los efectos provocados por todos los riesgos psicosociales y ergonómicos como contingencias profesionales

Para avanzar en esta dirección exigimos el marco vasco de relaciones laborales y de protección social en materia preventiva. Así, reclamamos la capacidad normativa para decidir en Hego Euskal Herria las políticas de seguridad y salud laboral. Queremos que se utilice esta capacidad par desarrollar un modelo preventivo propio, que responda a las necesidades del a clase trabajadora vasca. Con este objeto nos comprometemos a impulsar en un futuro cercano iniciativas destinadas a desarrollar este modelo alternativo que Euskal Herria necesita.

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